NUESTRA RIQUEZA

Albudeite es un municipio de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia que, situado en el centro geográfico de la región, en la comarca del Río Mula y a 181 metros de altura sobre el nivel del mar,  dista unos 26 kilómetros de la capital murciana.

Con una extensión de 17,6 Km2, la mayor parte de sus 1400 habitantes reside en el caso urbano de la localidad.

Plaza de España, Paseo de la Constitución y Glorieta D. Francisco Hidalgo Peñalver

La Plaza de España, el Paseo de la Constitución y la Glorieta de D. Francisco Hidalgo Peñalver conforman el punto central del casco urbano de Albudeite. Aquí, encontramos la Casa Consistorial o Ayuntamiento y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Remedios. Además, en este espacio podemos visualizar un monumental Álamo blanco y la escultura de La Pleitera. Al final de la Glorieta, siguiendo el margen del río Mula, se sitúa un mirador desde el que se pueden contemplar las casas colgantes del barrio de El Castillo y el paraje de La Huerta Cara, en el que se encuentra el conjunto de casas llamadas “de los Ingenieros”.

Casa consistorial o Ayuntamiento

La primera Casa Consistorial fue construida en 1834 a expensas del pueblo. En ese momento, acaba de iniciar su regencia María Cristina de Borbón, dada la minoría de edad de su hija, Isabel II.  Por Real Decreto de 10 de noviembre de 1833, la Reina Gobernadora había encargado a Javier de Burgos un proyecto de ley sobre Organización de los Ayuntamientos. El Real Decreto iba acompañado de una Instrucción para que los Intendentes recordasen a los Ayuntamientos del Reino que las elecciones, debían estar realizadas antes del día 1 de enero de 1834.

El edificio era en aquella época de menor dimensión que el actual y, en julio de 1888, se iniciaban las obras para ampliarlo. Posteriormente, se han realizado dos reformas del interior, en 1968 y en 2020.

En el estado actual el trapecio de la planta tiene unas 79,65m² con fachadas de 10,97m. a Paseo de la Constitución y 5,13m a la Plaza de España. El edificio cuenta con una superficie construida de 248,00 m², divida en tres plantas. 

Fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios

La iglesia de Los Remedios se encuentra ubicada una ladera de un altozano sobre la margen izquierda del río Mula. Bajo la advocación de la Virgen de los Remedios se levantó la iglesia de Albudeite, lugar cuya población predominante hasta el siglo XVII era musulmana y contaba con su consiguiente mezquita, que se afirma que perduraba aún por el año 1510.

El nuevo templo sustituyó al edificio musulmán, comenzando su construcción en el siglo XVI, etapa de la que es testimonio hoy día el primer cuerpo de la torre. El resto de la edificación sufrió transformaciones en los siglos posteriores, dando como resultado un templo barroco con retoques contemporáneos.

Se accede al inmueble desde una explanada a través de una escalinata que antiguamente se extendía ocupando gran parte de la misma plaza. El interior corresponde a una iglesia de planta basilical de nave única y testero recto con capillas laterales, comunicadas entre contrafuertes, cubiertas con bóveda de arista y distribuyéndose cuatro en el lado de la epístola y tres en el del evangelio. La nave, carente de ostentación y artificio, se cubre mediante bóveda de medio cañón con arcos fajones. A los pies, culmina el conjunto un sencillo coro alto.

Por el lado derecho de la iglesia, una vez en el exterior, se observan seis contrafuertes, sobresaliendo en el paramento lateral cuatro camarines de tamaño desigual y de forma semicilíndrica. En el lado opuesto, destaca la torre campanario de tres cuerpos, siendo el último realizado a finales del siglo XIX y rematado en el siglo XX.

La portada es de gran simplicidad, con un vano de entrada en forma de arco escarzado sobre el que se abre otro vano de idéntica forma, pero con un tamaño más reducido. A su vez, y encima de este último, había otro de menor tamaño aún, repitiendo la misma estructura, pero que hoy día aparece cegado, sin embargo, puede apreciarse en fotos antiguas. Rematando toda la construcción, se presenta una techumbre a dos aguas.

El Álamo de Albudeite

En un lateral de la Plaza de España, entre la iglesia y el Ayuntamiento, puede contemplarse un viejo álamo blanco o populus que, no sólo es un referente paisajístico urbano en la plaza en la que se ubica, sino que posee además un valor social, histórico y medioambiental de gran importancia para los vecinos de este municipio. La presencia de un álamo en la plaza está constatada históricamente. Se desconoce el origen de la tradición, pero está documentado que en noviembre de 1890 fue cortado en este lugar un árbol por viejo, plantando al sustituto que llegó hasta 1953, fecha en que también éste tuvo que ser cambiado, plantándose el actual. 

La Ley 14/2016, de 7 de noviembre, de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Región de Murcia (publicada en el BOE núm. 285, de 25 de noviembre de 2016) incluye el “Álamo de Albudeite” en el Catálogo de Árboles Monumentales de la Región de Murcia, indicando que su perímetro es de 3,60 m y cuenta con una altura de 10,5 metros.

El viejo álamo monumental ya tiene a su lado a su sucesor que desde 2014, año en que fue plantado en la plaza, ha ido afianzándose en el terreno y cubriendo las esperanzas de que habrá continuidad en esta entrañable tradición.

 

Escultura de La Pleitera

El esparto es una hierba perenne que se desarrolla en condiciones de sequedad y aridez, soportando precipitaciones inferiores a los 200 litros/año, con tendencia a suelos calizos, aunque puede crecer también en suelos no carbonatados. 

Sus hojas se recolectan en verano, arrancándolas con un bastoncillo terminado en una pequeña porra, llamado palillo. Sobre este se enrollan los extremos de los espartos, de manera que con un fuerte tirón se extrae un manojo. El esparto crudo se utiliza en cestería para la elaboración del trenzado conocido como «pleita», con el que posteriormente se hacían cestos, serones, aguaderas, esteras, baleos, garrafas forradas, etc. Por tanto, en el proceso había dos fases: el trenzado del esparto o pleita, actividad realizada fundamentalmente en el pueblo por las mujeres, “las pleiteras”; y, el cosido de la pleita para la elaboración del producto final, actividad realizada generalmente por hombres del pueblo, “los coseores”. 

Es fácil comprender que, hace años, el oficio de tejer y elaborar útiles con esparto se aprendía en la casa. Era un saber que pasaba de padres y madres a hijos e hijas. Sin embargo, en la actualidad esta transferencia de conocimiento prácticamente se ha perdido.